Ángel Pérez Galán

El momento cumbre de la trayectoria de Ángel Pérez fue, indudablemente, la participación en los Juegos Paralímpicos en Atenas 2004, donde consiguió un diploma en los 1.500 metros. Aquel instante cuando cruzó la meta del Estadio Olímpico ateniense dando el último gramo de sus fuerzas permanece indeleble en su mente y en la de muchos de sus paisanos del pueblo sevillano de Pilas, donde siempre ha vivido y donde Angelito es una persona reconocida y querida. Un corredor vocacional y comprometido que también ha asistido a dos citas mundialistas y a otras dos continentales, además de cosechar alrededor de 25 medallas en Campeonatos de España, con ocho títulos.

Ángel Pérez Galán nació el 3 de junio de 1981 en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, hasta donde se trasladaron sus padres, José y Andrea, desde su pueblo de residencia, Pilas, para dar a luz. Undécimo y último hijo de una familia con ocho varones y tres mujeres, a los dos meses de vida le fue diagnosticada una parálisis cerebral.

Estudió en el Colegio Público Virgen del Rocío de Pilas y desde muy pequeño empezó a practicar deporte aprovechando la cercanía del polideportivo de su pueblo. Primero jugó al fútbol con sus amigos, aunque pronto se percató de que el balompié no era lo suyo y cuando cumplió los 14 años se pasó a las carreras atléticas, si bien sus inicios fueron difíciles porque se caía con frecuencia, dado que su discapacidad se caracteriza por patrones distónicos y falta de equilibrio al andar.

Nada de eso arredró a Ángel, quien de la mano de sus entrenadores José Antonio Maraver y más adelante José Alberto Rodríguez fue superando esas dificultades y puliendo su técnica de carrera, centrándose en las pruebas de velocidad (100 y 200 metros) y, sobre todo, medio fondo (400, 800 y 1.500 metros). Tras unos años de adaptación y progresión, por fin en 2003, a la edad de 22, empezó a destacar en niveles competitivos, logrando ese año la medalla de oro en 400 metros y la de plata en 1.500 en el Campeonato de España, dentro de la categoría T36 que le corresponde.

En la siguiente temporada repitió título nacional de 400 metros en Gijón, donde también se colgó una plata en 200 metros, lo que unido a la consecución de la marca mínima exigida le bastó para ser incluido en el equipo español que viajó a las Paralimpiadas de Atenas 2004, la experiencia de su vida.

“En Atenas me di cuenta lo que era una Olimpiada y ahora puedo decir que ha sido lo más bonito que he vivido. El día de la inauguración, al entrar por el túnel para acceder a la pista, se me pusieron los vellos de punta. Algo inolvidable, como lo fue la despedida que mi pueblo –Pilas– me brindó antes de mi marcha. La preparación fue exigente y el esfuerzo en los entrenamientos mayor del que hasta entonces había conocido para estar a punto en el gran día. Ese momento, el día de la carrera, el nerviosismo me invadía en aquel gran estadio lleno de personas. Estaba en la salida y aún allí no me podía creer que yo hubiese llegado tan lejos… hasta que sonó el pistoletazo de salida”, recuerda.

El debut paralímpico de Angelito en la capital griega se produjo el día 26 de septiembre en la final directa –ocho contendientes– de 1.500 metros. El sevillano se clasificó 7.º con un tiempo de 5:19.00, llevándose un diploma y dando la vuelta al estadio envuelto en la bandera española junto al extremeño José María Pámpano, que se llevó la medalla de plata tras acabar la carrera solo por detrás del ruso Artem Arefyev, vencedor con 4:37.75.

En el siguiente ciclo paralímpico, el sevillano tuvo la oportunidad de estrenarse en otros eventos internacionales. En 2005 acudió al Europeo celebrado en Espoo (Finlandia), donde obtuvo dos valiosos 5.º puestos en 800 (2:29.09) y 1.500 metros (5:09.14) y un 7.º en 400 metros (1:05.01), mientras que el cuarteto español de 4×100 en el que participó fue descalificado. Luego, en 2006, estuvo en el Campeonato del Mundo que acogió la ciudad holandesa de Assen, firmando la 11.ª plaza en 1.500 metros (5:43.37) y la 6.ª con el relevo 4×400 (4:18.09).

En esos años sumó nuevas medallas en los campeonatos de España, en algunos casos preseas doradas –en 400 metros en Huelva 2006 y en 200 metros en Lloret de Mar 2007 y Fuenlabrada 2008– y también fue convocado para otras salidas al extranjero, caso del Abierto de Bélgica del año 2006, en Herve, donde logró metales de todo tipo (oro en 4×400, plata en 1.500 y bronce en 800), o el Abierto de Alemania de 2007, en Singen (6.º en 800 metros).

Casi siempre por detrás del asturiano José Manuel González y del citado José María Pámpano, los otros dos atletas asiduos de la categoría T36, el sevillano no fue convocado para los Juegos de Pekín 2008, si bien mantuvo su nivel competitivo varios años más, tanto en los nacionales –fue campeón de España de 200 metros en Logroño en 2009– como en las competiciones foráneas, caso del Mitin Internacional de Túnez, en el que subió al podio en 800 metros (bronce) en 2009 y tanto en 800 como en 1.500 metros (plata) en 2011.

Esta última temporada nuestro protagonista tuvo ocasión de participar por segunda vez en el Campeonato del Mundo IPC, celebrado en esta ocasión en Christchurch (Nueva Zelanda). Otro viaje sumamente grato para el pileño por la experiencia vivida fuera y dentro de la competición y que, en este ámbito, deparó sendos octavos puestos en 800 (2:32.78) y 1.500 (5:27.92) metros.

En 2012 volvió a competir en un gran acontecimiento como fue el Campeonato de Europa llevado a cabo en la localidad holandesa de Stadskanaal, cita en la que no pudo pasar de las semifinales de los 800 (2:28.24), aunque sí brilló en 400 metros haciéndose con la 6.ª posición con un tiempo de 1:03.54. Pese a ello, no cumplió los requisitos para estar en los Juegos de Londres 2012, de forma que la convocatoria para Holanda quedará como su última gran concurrencia internacional.

Ángel Pérez Galán consiguió en 2015 sus últimos títulos nacionales, ganando en la población murciana de San Javier las pruebas de 100 y 200 metros dentro de su categoría. A finales de ese año, decidió abandonar la alta competición por un problema de ansiedad, si bien continúa corriendo a nivel más relajado en su pueblo de Pilas, donde reside junto a su madre y viviendo de su pensión.

Biografía cerrada a 31 de marzo de 2018 y extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y Jose Manuel Rodríguez Huertas