Fernando Fuentes Piñero

Apodado el Niño, permaneció en el equipo nacional de piragüismo durante 9 campañas, de 1982 a 1990 –año de su retirada–, siendo su máximo logro la participación, junto a otros 3 palistas sevillanos, en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. Nacido el 24 de septiembre de 1966 en Sevilla, comenzó a practicar el piragüismo por diversión y salud a una edad temprana, a los 13 años, motivado e impulsado por un hermano mayor que ya se ejercitaba en este hermoso deporte de la pala en el Náutico de Sevilla, club en el que nuestro protagonista desarrolló toda su carrera deportiva.

A base de paladas en el río Guadalquivir y siguiendo los consejos y lecciones de los técnicos Salvador García Gutiérrez, primero, y Antonio Díaz, después, el hispalense evidenció una rápida evolución. Tanta que a los dos años de práctica ingresó en el equipo nacional. Como miembro del mismo, tuvo que practicar el desapego de Sevilla para llevar a cabo largas concentraciones en la Residencia Blume de Madrid, bajo la tutela de Eduardo Herrero, si bien los resultados obtenidos siempre refrendaron la decisión tomada en su momento por nuestro protagonista. Tal fue el caso de su primera regata internacional, en 1982 y como juvenil, en la que ganó la medalla de oro en K-2 1.000 m y la de bronce en K-2 500 m
Espoleado por este resultado, al año siguiente (1983) se “comió” la categoría siendo 4.º en K-2 1.000 m y medalla de bronce en K-2 500 m en el Campeonato de Europa júnior, en Polonia, lo que le llevó esa misma campaña a un sorprendente debut en pruebas absolutas en el Campeonato del Mundo en Tampere (Finlandia) –semifinalista en K-4 500 m– y las regatas internacionales de Duisburgo (Alemania Federal) –medalla de oro en K- 4 500 m– y Malinas (Bégica) –oro en K-2 500 m y plata en K-2 1.000 m.

Con 18 años, accedió a la categoría sénior con un panorama ante sí de cinco años para poder alcanzar el sueño olímpico en una fecha natural como era 1988, pues obviamente la presencia en Los Ángeles 1984 hubiera sido a todas luces prematura. Un sueño que, poco a poco, fue formándose y haciéndose más palpable en la mente del sevillano, que sentía como cada vez más sus participaciones en regatas internacionales y campeonatos mundiales le proporcionaban una correcta intuición de su técnica, físico y posibilidades.

Así, hay que reseñar que asistió a los Mundiales de Malinas 1985 –semifinalista en K- 4 1.000 m–, Montreal 1986 –8.º en K-2 500 m– y Duisburgo 1987, lo cual le abrió las puertas de la concentración permanente que la Real Federación Española de Piragüismo organizó como preparación para las Olimpiadas de Seúl 88. De esta forma, Fernando, desde septiembre de 1987 a septiembre de 1988, se preparó para la gran cita de su vida, alternando entrenamientos y viajes para participar en regatas internacionales como las de Holstebro (Dinamarca), Duisburgo y Malinas.

Elegido finalmente para el equipo olímpico, en la capital de Corea del Sur Fuentes formó parte de dos botes españoles. Debutó en el campo de regatas de Misari el 26 de septiembre en la prueba de K-2 500 m, junto al vallisoletano Juan Manuel Sánchez. Con 22 barcos en liza, el dúo español superó la primera ronda ganando su repesca y dos días más tarde se presentó en semifinales, donde quedó en 5.ª posición de la primera semifinal, a dos puestos del pase a la final y con el 12.º mejor tiempo de esta fase.

Por su parte, con el K-4 1.000 m, nuestro biografiado formó cuarteto con el también sevillano Álvarez del Rosario, el zamorano Juan José Román y el propio Juan Manuel Sánchez. Arrancaron la competición el 27 de septiembre con una doble actuación en series –4.º de la manga 3– y repesca –2.º en manga 2–, las cuales les condujeron a las semifinales del día 29, a la postre, la despedida de los Juegos al concluir en la 5.ª plaza de la tercera manga (con el 11.º mejor tiempo), por tanto, fuera de la final. Había 18 embarcaciones y Hungría obtuvo el título.

Tras los Juegos, el andaluz continuó compitiendo a un buen nivel nacional e internacional en las regatas de Copenhague, Duisburgo, París, Szeged y Malinas durante las temporadas de 1989 y 1990, alternando presencias en K-2 500 m y K-4 1.000 m. No obstante, pese a su juventud, con 24 años, este espigado y fuerte palista decidió en 1990 abandonar el alto nivel competitivo en busca de un futuro profesional que, en la modalidad del piragüismo, no parecía fácil de hallar.

Trabajó durante 11 años en una empresa privada como director comercial de Andalucía, Extremadura y Canarias, y luego abrió una agencia de publicidad y comunicación junto a otro socio. En 2002, participó en la estructura organizativa de los Campeonatos del Mundo de Remo y Piragüismo de Sevilla. Tal fue la dedicación y eficacia en las tareas de gestión que la Federación Internacional de Remo le concedió la medalla de honor por su trabajo.

Biografía cerrada a 31 de marzo de 2018 y extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y Jose Manuel Rodríguez Huertas