Ignacio Villanueva Martín-Serrano

“Mi vida deportiva acaba de tener sentido. Estar en los Juegos supone que ha merecido la pena. Que todo el esfuerzo realizado, que todas las veces que me quedé sin hacer las cosas que quería hacer por entrenar, ha merecido la pena (…) Nunca me lo hubiese imaginado. Si hace cuatro años alguien me hubiese dicho que íbamos a estar en los Juegos Olímpicos le habría tomado por loco”. Así se manifestaba Iñaki Villanueva cuando el 28 de julio de 2016 partía del Aeropuerto de Madrid-Barajas rumbo a Río de Janeiro para erigirse en uno de los privilegiados jugadores que iba a vivir el estreno olímpico del rugby 7. A su lado marchaba Paco Hernández, el otro andaluz del equipo nacional.

Iñaki Villanueva, delantero de segunda línea en el rugby tradicional, alto (1,98 metros) y fornido (110 kilos de peso), aunque veloz y coordinado, nació el 10 de febrero de 1991 en la localidad gaditana del Puerto de Santa María, hogar de la familia formada por el bilbaíno Ignacio Villanueva y la motrileña Matilda Martín, acostumbrados al ajetreo viajero debido a la profesión del primero, oficial de la Armada Española en comisión de servicio en la OTAN. Cuando Iñaki vino al mundo, el militar ya había sido trasladado de la base naval de Meridian, en el estado norteamericano de Misisipi, a la base de Rota, de ahí que en el caso de nuestro protagonista no se diese la circunstancia del primogénito, Alejandro, que nació en Estados Unidos. Además de él, Iñaki tiene dos hermanas, Paloma, la mayor, y Carmen, la benjamina.

En el Puerto nuestro biografiado vivió una feliz infancia y adolescencia y posteriormente ha vivido periodos vacacionales en Semana Santa y sobre todo en verano, en los que cada año sigue reafirmando su vínculo y cariño hacia su tierra nativa, una vez que, bien por motivo del nuevo destino de su padre bien por la profesionalización alcanzada en el mundo del rugby, marchó a Bélgica, primero, y luego a Madrid.

Dos años menor que Alejandro, al que admira, Iñaki siguió la senda polideportiva de su hermano desde muy pequeño, imitándole en la práctica de la natación, el baloncesto, el fútbol americano o el rugby, disciplina esta última muy arraigada en la localidad portuense desde los años 70 y en la que los dos Villanueva destacaron inmediatamente por sus excepcionales condiciones físicas, no en vano Iñaki roza los dos metros y Alejandro ha llegado a los 2,10. El tiempo haría que el mayor se decantara hacia el fútbol americano a raíz de enrolarse en el ejército estadounidense –juega como profesional en los Pittsburgh Steelers de la Liga Nacional de Fútbol (NFL)– en tanto que Iñaki se entusiasmó con el rugby gracias a aquellos entrenamientos y partidos que llevó a cabo en la Ciudad Deportiva Portuense como jugador del Club de Rugby Atlético Portuense (CRAP), su primer club.

Tras dos años en el equipo del Puerto, uno en cadetes y otro en juveniles, su calidad llamó la atención de entidades mayores y en 2008 fichó por el Ciencias Rugby Sevilla, ya conocido como Ciencias Cajasol. En Sevilla permaneció dos temporadas (2008-2009 y 2009-2010) y, a continuación, se trasladó a Madrid para jugar en el histórico Complutense Cisneros, club en el que jugado seis campañas, las dos primeras (2010-2011 y 2011-2012) en División de Honor B y las cuatro siguientes (2012-2013 a 2015-2016) en División de Honor, destacando en este periplo el título de la segunda categoría en 2012, el tercer puesto en las ligas de 2014 y 2015 y los subcampeonatos de Copa del Rey y Supercopa de España logrados en 2015.

Fruto de su contribución a la recuperación del Cisneros y debido a sus cualidades y madurez técnica exhibidas en el año del debut en División de Honor, a partir de la temporada 2013-2014 fue un hombre seguido y valorado por los distintos seleccionadores nacionales tanto de rugby XV como de rugby 7.

Habiendo destacado especialmente en esta segunda, que ahora abordaremos, no hay que olvidar que en la modalidad tradicional ha sido 10 veces internacional absoluto desde el debut registrado el 16 de noviembre de 2013 en el estadio Charrúa de Montevideo, ante Uruguay –España perdió por la mínima (16-15)–, hasta su última comparecencia del 18 de marzo de 2017, ante Bélgica en Madrid. Entre sus logros sobresalen la 3.ª posición alcanzada en 2015 y 2017 en el Campeonato de Europa o Seis Naciones B.

En clave seven –como se conoce internacionalmente a la especialidad de rugby jugada por siete miembros de un mismo equipo–, Iñaki vistió la camiseta nacional por primera vez el 3 de mayo de 2014 en partido ante Estados Unidos –España ganó 17-7– correspondiente al torneo de Glasgow de las Series Mundiales (World Sevens Series), competición únicamente por debajo de la Copa del Mundo y en la que el equipo nacional ocupó una 15.ª plaza final que le abocó al descenso.

Ese mismo año Ignacio Villanueva también fue convocado para el Campeonato de Europa, oficialmente Grand Prix Series, que consta de varios torneos puntuables para la general final. En dicha edición, el andaluz contribuyó al 5.º puesto de España participando en los eventos de Lyon, Mánchester y Bucarest, no así en Moscú, pero ya a partir de 2015 el protagonismo del gaditano en el combinado nacional tomó carta de naturaleza, no habiendo faltado a ninguna cita importante desde entonces.

Así, fue parte importante en la consecución del subcampeonato continental –medalla de plata en las GP Series– en 2015 y de la medalla de bronce en 2016, así como en la memorable obtención de la única plaza olímpica que se puso en juego en el torneo de clasificación de Mónaco los días 18 y 19 de junio de 2016, con 16 equipos en pos de un mismo objetivo. En este preolímpico, España, tras ganar a Corea y México y perder con Hong Kong en la primera fase, venció en cuartos de final a Irlanda, en semifinales a Rusia y derrotó en la final a Samoa por 22-19, en la última jugada del partido.

Grandísima e inesperada alegría que premiaba todo el esfuerzo de una temporada exclusivamente centrada en la especialidad de rugby 7 –renunció a la selección XV y apenas si jugó cuatro partidos con el Cisneros– y que fue culminada con la honrosa participación en el Estadio de Deodoro, sede para el rugby de las Olimpiadas de Río de Janeiro 2016.

El torneo masculino estuvo compuesto por doce selecciones, encuadradas en una primera fase de tres grupos de la que los dos primeros clasificados de cada grupo y los dos mejores terceros promocionaban a cuartos de final. No fue el caso del cuadro español que concluyó en 4.ª y última posición del grupo B con tres puntos, luego de perder ante Sudáfrica (0-24) y Australia (12-26) el día 9 de agosto y Francia (5-26) el día 10. Ello le abocó a actuar por las plazas novena a duodécima para cerrar la competición, comenzando ese mismo día 10 con triunfo ante Kenia (14-12). Definitivamente al día siguiente la derrota frente a Estados Unidos (12-24) llevó a los españoles a la 10.ª posición.

La selección española para este torneo –Fiji ganó en la final a Gran Bretaña (43-7)– estuvo dirigida por José Inchausti y formada por Javier Carrión, Pablo Feijoo, Igor Genua, Ángel López, Juan Losada, Ignacio Martín, Pol Pla, Marcos Poggi, César Sempere, Matías Tudela, Pablo Fontes y los andaluces Francisco Hernández y Villanueva, quien jugó los cinco partidos sin puntos anotados.

Con la imborrable experiencia olímpica en la mente, luego de unas merecidas vacaciones en “su” Puerto de Santa María y de haber visitado a su hermano en Estados Unidos –llegó a hacer una prueba para su equipo en la NFL–, Iñaki Villanueva fichó para la temporada 2016-2017 por el Rugby Alcobendas, con el que acabaría 3.º en la liga de División de Honor.

Asimismo, mantuvo su compromiso con la selección española de seven, ahora entrenada por Pablo Feijoo, con la que volvió a alcanzar una medalla (bronce) en el Campeonato de Europa luego de los torneos de Moscú (2.º), Lodz (2.º), Clermont-Ferrand (3.º) y Exeter (8.º). Medalla que, no obstante, no bastó para lograr el pasaporte a la Copa del Mundo de 2018, si bien el año trajo la mayor alegría en forma de triunfo en el torneo de clasificación de Hong-Kong, que devolverá a España a las Series Mundiales en 2018 tras tres años de ausencia.

Para el curso 2017-2018, Iñaki Villanueva, graduado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas, continuará apostando por el rugby y se dedicará a la modalidad a siete, la que más le gusta, actuando como jugador con dedicación exclusiva al servicio de la selección.

Biografía cerrada a 31 de marzo de 2018 y extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y Jose Manuel Rodríguez Huertas