• José Luis Tovar Pavón
    Paralímpico

    José Luis
    Tovar

    Huelva

    José Luis Tovar Pavón

    08.01.1972

    Galaroza (Huelva)

    3
    Juegos Paralímpicos Deporte Categoría Prueba
    Resultado
    1992 Barcelona (España) Atletismo Masculina 800 m B1
    Puesto 8
    1992 Barcelona (España) Atletismo Masculina 1.500 m B1
    No terminó
    1996 Atlanta (EE.UU.) Atletismo Masculina 400 m T10
    Medalla de plata
    1996 Atlanta (EE.UU.) Atletismo Masculina 800 m T10
    Puesto 4
    2000 Sídney (Australia) Atletismo Masculina 400 m T11
    Puesto 4
    2000 Sídney (Australia) Atletismo Masculina 1.500 m T11
    No terminó

    José Luis Tovar Pavón

    Nacido el 8 de enero de 1972 en Galaroza (Huelva), José Luis Tovar fue uno de los más destacados atletas discapacitados españoles de la década de los 90 al tomar parte en tres ediciones consecutivas de los Juegos y ser capaz de labrarse un palmarés rutilante en el que sobresalen una medalla de plata y tres diplomas paralímpicos y una decena de preseas internacionales, casi todas ellas de plata y en citas continentales.

    Primogénito de los tres hijos que tuvieron sus padres, José Luis y Pilar –luego llegaron Daniel y Lucía–, José Luis vino al mundo con glaucoma congénito, un daño del nervio óptico que le provocó ceguera total. Pese a ello y ante la inexistencia de colegios para ciegos en el entorno de la sierra onubense, el empeño de nuestro protagonista le posibilitó ir superando etapas de su formación académica en el Colegio Hermanos Arellano de su pueblo natal y, posteriormente, en el Instituto San José de la vecina localidad de Cortegana, donde tuvo el primer contacto con el atletismo, demostrando que tenía cualidades para las carreras.

    No obstante, sería a partir de 1990, al marcharse con 18 años de edad a Barcelona para estudiar Radiofonía en el colegio que la ONCE posee en la Ciudad Condal, cuando José Luis empezó a entrenar en serio y, como consecuencia, a obtener enseguida resultados destacados en los encuentros interescolares de la ONCE y competiciones de carácter amistoso que la organización nacional llevó a cabo en los años 1991 y 1992 para probar a sus deportistas, descubrir nuevos talentos y conforman la selección con vistas a los Juegos de Barcelona 1992.

    Uno de los elegidos fue Cani Tovar, como le llaman cariñosamente, quien desfiló por el Estadio Olímpico de Montjuich tras la bandera española como integrante del jovencísimo equipo paralímpico español –especialmente aquellos con discapacidad visual– y lo hizo casi inédito en su haber competitivo, lo cual no fue óbice para que se hiciera con su primer diploma.

    Fue en la prueba de 800 metros, que reunió a 14 atletas y en la que el andaluz se clasificó tercero en la segunda semifinal, con un tiempo de 2:11.71, el séptimo mejor registro. Pasaban a la final los vencedores de cada una de las tres semifinales y los tres mejores tiempos, por lo que quedó eliminado, correspondiéndole el 8.º puesto final dado que uno de los ganadores de las “semis” había hecho peor registro que él. Luego, para completar su presencia en Barcelona, el cachonero participó en los 1.500 metros, pero no terminó la segunda semifinal.

    Tras este estreno internacional, Tovar inició su recolecta de medallas en los campeonatos de Europa. Debutó en Dublín (Irlanda) en el año 1993 logrando las preseas de plata en las pruebas de 400 y 800 metros y la de oro en el relevo 4×400 metros. Dos años después, en Valencia, nuestro protagonista se colgó otras dos medallas de plata en 400 y 800 metros, por lo que llegó a sus segundos Juegos, los de Atlanta 1996, pletórico de moral.

    En la capital del estado de Georgia, en efecto, el onubense conoció la gloria al proclamarse subcampeón paralímpico en la prueba de 400 metros dentro de su categoría, la T10. Con ocho competidores en liza, José Luis empezó fuerte al registrar el mejor tiempo en el cómputo de las dos semifinales, con 53.32, ganando la primera y accediendo a la final del 20 de agosto. En ella, el de Galaroza mantuvo un cerrado duelo por el oro con el portugués Domingos Ramiao Game, que le batió con 52.92, por los 52.99 de Tovar.

    El andaluz compitió dos días más tarde en los 800 metros, estando a punto de cosechar otro metal. Con siete atletas en la nómina de participantes, acabó segundo (2:07.01) en la primera semifinal y pasó por tiempos a la final, reservada a cinco atletas. En un duelo ibérico memorable, el luso Domingos Game hizo doblete con 2:05.48 por delante de un compatriota suyo, mientras Tovar acabó 4.º con 2:06.96, a apenas 56 centésimas del bronce que se llevó otro español, Pedro Delgado.

    En el siguiente ciclo paralímpico, Sídney 2000, José Luis se mantuvo en la escena atlética internacional y siguió acumulando medallas de plata en los tres grandes compromisos previos a los Juegos, esto es, los europeos de Riccione 1997 y Lisboa 1999 –en ambos fue segundo en 400 y 800 metros– y el primer Campeonato del Mundo de la IBSA, Madrid 1998, donde se impuso en 800.

    Así las cosas, la presencia del onubense en la expedición española que viajó a Australia fue un hecho irrefutable y a sus 28 años pisaba por tercera vez una Villa Paralímpica alimentando la pretensión de volver a subir al podio. Esta vez como clase T11, emprendió su concurso en la ciudad de Sídney el día 25 de octubre acabando segundo en la primera semifinal de los 400, con un tiempo de 54.03 que le daba el pase a la final, dado que accedían los vencedores de las series y los dos mejores cronos, caso del andaluz. Un día después, en la gran final, José Luis pugnó por la medalla, pero se tuvo que conformar con la cuarta plaza –eso sí, su tercer diploma paralímpico– al parar el cronómetro en 54.06. El título y la medalla dorada fueron para el portugués Carlos Lopes, con 52.46.

    Más adelante, igual que le sucedió ocho años atrás en Barcelona, José Luis se vio forzado al abandono en la prueba de 1.500 metros, en esta ocasión mientras corría en la segunda semifinal, la que a la postre constituyó su última carrera oficial ya que al regreso a España dio por concluido el periplo de diez años como deportista de rendimiento para consagrarse a su familia y trabajo.

    Casado con Begoña, Tovar tiene dos hijos mellizos (José Luis y Nerea) con los que reside en Hospitalet de Llobregat al tiempo que sigue vendiendo cupones en Barcelona capital, actividad que iniciara en el lejano año 1993.

    Biografía cerrada a 31 de marzo de 2018 y extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y Jose Manuel Rodríguez Huertas

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