Juan Manuel Lebrero Morillo

Medallista de bronce paralímpico en Atlanta 1996, doble participante en los Juegos y en los mundiales, dominador absoluto de los lanzamientos (peso, disco y jabalina) en España entre 1991 y 2007, con 33 títulos estatales en su haber –siete tripletes–, hablar de Juan Manuel Lebrero es hacerlo posiblemente del mejor lanzador discapacitado físico que ha tenido el deporte andaluz.

Nacido el 24 de octubre de 1969 en Sevilla, en el Hospital de las Cinco Llagas, actual sede del Parlamento de Andalucía, e hijo de Juan y Amparo, es el tercero de seis hermanos y único varón de la familia. Muy pequeño, con apenas dos años, sufrió un accidente que le cambiaría la vida, ya que una desafortunada caída le provocó osteoartritis en la cadera izquierda.

Por tal motivo, sus padres le llevaron al Colegio de San Juan de Dios en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, un centro especializado en niños con discapacidades físicas en el que hizo sus estudios básicos al tiempo que conoció el atletismo, siendo el deporte una de la actividades vertebrales de esta institución. Como rememora nuestro protagonista, su maestro de gimnasia organizaba cada año unas olimpiadas y en ese ámbito él comenzó a mostrar aptitudes para los lanzamientos, dada su complexión. Tenía 12 años.

Tiempo más tarde, a finales de los años ochenta y fuera del ámbito escolar, fue captado por el entrenador Paco Vallés, quien buscaba deportistas con discapacidad física con vistas a los Juegos de Barcelona y en este proceso entró el bueno de Juanma, quien por fin en el año 1991 debutó en competiciones oficiales, logrando la medalla de oro y el récord de España en el Campeonato de Andalucía celebrado en Andújar (Jaén). Acto seguido llegó su primer metal, de bronce, en un Campeonato de España, organizado ese año en Sevilla.

Al año siguiente, Juan Manuel dio un paso más y sobresalió en el Nacional de Vitoria al colgarse la medalla de oro en peso y jabalina y la plata en disco, lo que le ocasionó la llamada definitiva del seleccionador nacional y el debut en los Juegos Paralímpicos de Barcelona 1992.

Su primera prueba en la Ciudad Condal fue precisamente su predilecta, el lanzamiento de peso, y de hecho fue la que mejor se le dio, rozando el diploma. En una final directa con 24 atletas, Lebrero ocupó el puesto 9.º, con un mejor lanzamiento de 10,09 metros, por los 13,07 del alemán Jörg Frischmann. Días después participó en lanzamiento de jabalina, de nuevo en formato de final directa y con 16 aspirantes al triunfo. En este caso, el andaluz se clasificó 14.º llevando el dardo hasta los 31,14 metros. El oro fue para el egipcio Mohamed Ahmed, con 48,30.

Por último, Lebrero cerró su concurso en Barcelona muy discretamente en disco, prueba que reunió a 22 atletas, ya que no obtuvo clasificación alguna al no hacer ningún intento válido. Ganó el título el alemán Horst Beyer, con 40,84 metros.

Tras haber conseguido sus primeros tripletes –oro en peso, disco y jabalina– en los campeonatos de España de 1993 y 1994, disputados en Alcorcón (Madrid) y Albacete, respectivamente, el sevillano fue convocado a su primer mundial: el I Campeonato del Mundo del Comité Paralímpico Internacional (IPC), celebrado en julio de 1994 en Berlín. En Alemania nuestro biografiado acabó 5.º en peso (12,03), 8.º en jabalina (29,52) y 10.º en disco (33,44), todo ello en la clase F41.

Con tales resultados más otro triplete en el Nacional de Cáceres 1996 y la medalla de oro conquistada en peso en el Campeonato de Bélgica open de ese mismo año, el andaluz selló el pasaporte para su segunda cita paralímpica: Atlanta 1996.

Entrenado por Antonio Jiménez en esos años, Juan Manuel llegó a los Juegos en plenitud deportiva. Y no tardó en demostrarlo, ya que el 18 de agosto, en la final directa de peso, ante nueve rivales, se hizo con la medalla de bronce merced a los 12,20 metros de distancia a los que arrojó la bola de acero, solo por detrás de los egipcios Ahmed Abd Elgawad (13,91) –oro– y Ashraf Elsafi (13,38).

Tres días más tarde Lebrero tomó parte en el lanzamiento de jabalina, pero solo pudo clasificarse 9.º de 10 atletas con una marca de 26,22 metros. Ganó el keniano Christopher Moori, con nada menos que 44,44. Por último, más cerca del podio estuvo en el concurso de discóbolos y es que nuestro protagonista obtuvo la 5.ª plaza merced a un tiro de 39,44 metros. La medalla de oro se la adjudicó otro africano, el también egipcio Ahmed Dahy, con 51,12 metros como mejor registro.

Tras Atlanta 1996 y aquella formidable medalla de bronce, Juan Manuel Lebrero no volvió a competir a ese nivel, si bien continuó coleccionando títulos nacionales en las tres especialidades durante una década más y disfrutó de nuevas ocasiones para vestir la camiseta nacional, como fue el Campeonato del Mundo que la ISOD organizó en 1999 en Sabadell –a su vez valedero como Campeonato de España–, en el que Lebrero consiguió la 8.ª plaza en peso y la 14.ª en disco dentro de la clase F44, la que mantuvo ya hasta su retirada.

Dos años más tarde (2001) participó asimismo en el Campeonato de Europa que acogió la localidad holandesa de Assen y también bajo tutela de la ISOD. Allí, rayó a un buen nivel siendo 6.º en lanzamiento de peso (11,29 m) y 7.º en disco (32,93) en la que fue su despedida de los acontecimientos internacionales.

Quedaba por defender su estatus nacional y bien que lo hizo en los tres últimos campeonatos de España que disputó, en Leganés (Madrid), Avilés (Asturias) y Albacete en 2005, 2006 y 2007, respectivamente, donde volvió a reinar en peso, disco y jabalina sin discusión.

Juan Manuel optó por la retirada a la conclusión de la temporada 2007, muy castigado por las lesiones de rodilla y cada vez más centrado en su faceta laboral, pues en 1998 había empezado a trabajar en el Ayuntamiento de La Rinconada, donde ganó plaza de empleado público en 2002.

En la actualidad, vive en San José de La Rinconada junto a su esposa, María José, y dos hijos, Pablo y Daniel, y ejerce de coordinador de servicios generales en el ayuntamiento rinconero. Además, está a punto de culminar los estudios de Educación Social que está realizando a través de la UNED y también es monitor de atletismo y de deporte adaptado.

Biografía cerrada a 31 de marzo de 2018 y extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y Jose Manuel Rodríguez Huertas