• María Teresa Muñoz Jiménez
    Paralímpica

    Maite
    Muñoz

    Sevilla

    María Teresa Muñoz Jiménez

    27.09.1979

    Sevilla

    1
    Juegos Paralímpicos Deporte Categoría Prueba
    Resultado
    2000 Sídney (Australia) Atletismo Femenina 100 m lisos T20
    Puesto 6
    2000 Sídney (Australia) Atletismo Femenina 200 m T20
    Puesto 4
    2000 Sídney (Australia) Atletismo Femenina 800 m T20
    No terminó
    2000 Sídney (Australia) Atletismo Femenina Lanzamiento de jabalina F20
    No terminó

    María Teresa Muñoz Jiménez

    Única deportista andaluza con discapacidad intelectual que ha participado en unos Juegos Paralímpicos, María Teresa Muñoz –Maite para todo su entorno– firmó una sobresaliente singladura atlética en la que fue la gran dominadora en nuestro país de las pruebas de velocidad y alcanzó un notable estatus internacional, bruñendo su palmarés en el extranjero con dos diplomas en las Paralimpiadas de 2000, un subcampeonato continental y cinco medallas de bronce en campeonatos universales entre finales de los años noventa y 2007.

    Maite Muñoz nació el 27 de septiembre de 1979 en Sevilla capital, aunque sus padres Francisco y María Teresa vivían en Utrera, localidad en la que creció junto a sus hermanos Francisco, el mayor, y Trinidad, la menor. Una vacuna que le pusieron a los tres meses de vida y que no toleró bien, dejándole afectada la pierna, fue la responsable de su discapacidad.

    Estudió en el Colegio Público La Fontanilla y después hizo Formación Profesional en la rama de Informática en el Instituto Ponce de León, compaginando estos estudios con el atletismo, en el cual había comenzado con diez años en el club de su pueblo, el Club Utrerano de Atletismo y teniendo como entrenador a Dionisio Delgado.

    Durante años compitió en pruebas convencionales, junto a atletas sin discapacidad, hasta que a finales de los noventa se instauraron las primeras competiciones específicas y en ellas su talento y capacidad para la carrera le permitieron brillar con luz propia, ya siendo entrenada por el técnico Joaquín Muñoz Molina en las pistas capitalinas de San Pablo y militando en el Club Chapín de Jerez.

    Podemos decir, por tanto, que el año 1999 significó el comienzo de Maite Muñoz en el alto rendimiento adaptado. Esa temporada, consiguió sus primeras medallas de oro nacionales en 100 y 400 metros en el Campeonato de España y, gracias a ello, fue seleccionada para el II Campeonato del Mundo de atletismo para discapacitados intelectuales, que se celebró en el Estadio de la Cartuja de Sevilla del 15 al 18 de septiembre, solo unas semanas después del Mundial de la IAAF. En este, la hispalense, a punto de cumplir los 20 años, lució como nunca y subió al podio para recoger la medalla de bronce tanto en 200 metros (27.10) como en 400 metros (1:00.93), estableciendo sendos records de España que siguen vigentes hoy día, casi 20 años después. En relevos 4×100 el equipo español fue descalificado en la final directa y en 100 no tomó parte la utrerana.

    Con dos preseas intercontinentales en el bolsillo, Maite afrontó el año 2000 con toda la pujanza de su exultante juventud y la moral e ilusión por las nubes. Así, en su debut en el Campeonato de Europa Open –para todas las discapacidades– de pista cubierta celebrado en Bollnäs (Suecia), dentro de su clase, se hizo con otra medalla, esta vez de plata, en 200 metros (27.99), únicamente superada por la estonia Heli Kollom. Completó su actuación clasificándose en series para la final de 400 y corriendo la final directa de 800 metros. En ambas abandonó.

    Más adelante, refrendó su hegemonía nacional con los títulos de 100, 200 y 400 metros en el Campeonato de España y fue seleccionada para competir en los Juegos Paralímpicos de Sídney 2000 dentro de la clase T20 y en hasta cuatro pruebas: 100, 200 y 800 metros y lanzamiento de jabalina.

    Ante tal reto, Maite cumplió con creces en su debut paralímpico en las dos distancias cortas, sus predilectas. El 22 de octubre se estrenó en el hectómetro, en una final directa de nueve atletas en la que se clasificó 6.ª con un tiempo de 13.57, a 41 centésimas del bronce. La medalla de oro fue para la extraordinaria polaca Malgorzata Kleemann (12.42), la gran dominadora mundial durante años.

    Dos días después, Muñoz participó en 200 metros, también con nueve aspirantes aunque en este caso con dos semifinales. La sevillana superó dicha ronda tras acabar tercera (27.73) su serie y en la final del día 25, en la que se impuso la australiana Lisa Llorens (26.08), la andaluza terminó 4.ª con 27.67, a 43 centésimas del bronce que se llevó la canadiense Tracey Melesko.

    Tras lograr esos dos diplomas, la andaluza compitió con menos fortuna en 800 metros, ya que tuvo que retirarse en la final directa de seis atletas, y en la jabalina, donde acumuló lanzamientos nulos y quedó sin marca ni clasificación.

    Meses después de las Paralimpiadas de Sídney, el Comité Paralímpico Internacional expulsó transitoriamente la discapacidad intelectual de los Juegos y las competiciones bajo su tutela, caso de los mundiales de atletismo IPC, de forma que Maite Muñoz nunca pudo volver a pisar una Villa Paralímpica y sus concurrencias internacionales se circunscribieron al ámbito de las organizadas por la INAS-FID (Federación Internacional de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual).

    Así, mientras en España Maite fue sumando a su palmarés más y más medallas de oro en 60, 100, 200 y 400 metros, pruebas que dominó a placer de 2001 a 2007 en los nacionales al aire libre y pista cubierta, su casillero de internacionalidades fue engrosándose al ritmo de sus apariciones en las principales competiciones del mundo.

    Volvió a representar a España en 2003 con motivo de los IV Campeonatos del Mundo de atletismo para discapacitados intelectuales, en Túnez, después de que España estuviese ausente del certamen anterior, en 2001, en la misma sede. En el país norteafricano, Maite fue medalla de bronce en 400 metros (1:03.01), 4.º en 200 (28.02) y 10.º en 100 lisos (13.38).

    En la temporada siguiente (2004), hubo más para la magnífica velocista andaluza y gran persona. En invierno, se alzó con la medalla de bronce en 400 en los III Campeonatos del Mundo en pista cubierta, en Budapest (Hungría). La sevillana realizó en la final un tiempo de 1:03.14 y batió el récord de España, que aún le pertenece. También fue finalista y batió las plusmarcas nacionales en 60 metros lisos (8.61) y 200 metros (28.09), donde se clasificó 7.ª y 4.ª, respectivamente.

    Luego, en el mes de julio, asistió a los Global Games de la INAS, máximo acontecimiento polideportivo para la discapacidad intelectual que ese año celebraba su primera edición, continuando la secuencia iniciada en 1989 por los Juegos Mundiales. En la ciudad sueca de Bollnäs, sede del certamen, Maite también se hizo con la medalla de bronce en 400 metros (1:02.14) y la 7.ª posición tanto en 100 (13.58 en la final) como en 200 metros (27.87 en semifinales).

    En 2005, no asistió –España no lo hizo– al Europeo indoor de Ancona (Italia), pero sí viajó al Campeonato del Mundo que tuvo lugar en Camberra (Australia), en el que cosechó el 7.º puesto en 200 (28.27) y el 8.º en 100 (13.76) y fue descalificada en la final de 400, a la que había accedido con el 5.º mejor tiempo.

    De esta forma, nuestra biografiada llegó a la que a la postre sería su última temporada internacional: 2006. En el mes de julio concurrió al Campeonato de Europa, en la localidad francesa de Dreux, y se mostró algo discreta en relación a sus brillantes actuaciones precedentes, ya que solo obtuvo la 7.ª posición (13.82) en 100 metros lisos, toda vez que en las otras dos finales donde tenía plaza ganada, las de 200 y 400 metros, no salió y tuvo que abandonar, respectivamente. Ya en septiembre, asistió a sus primeros mundiales IPC –la cuarta edición– en la ciudad holandesa de Assen, aunque fuera del concurso oficial al continuar el veto del Comité Paralímpico Internacional a los discapacitados intelectuales.

    Así las cosas, tras anotarse en febrero de 2007 sus dos últimos títulos de campeona de España, en la pista cubierta de Oviedo, Maite Muñoz decidió dar por zanjada su trayectoria en plena temporada para casarse con Pepe, con el que se trasladó a vivir a Los Palacios y Villafranca, municipio sevillano donde reside en la actualidad junto a los dos hijos de la pareja, Lola y Pepe. En 2003 y 2005, recibió el Premio Andalucía de los Deportes.

    Biografía cerrada a 31 de marzo de 2018 y extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y Jose Manuel Rodríguez Huertas

  • María Teresa Muñoz Jiménez