• Rafael Jaén Rodríguez
    Olímpico

    Rafael
    Jaén

    Córdoba

    Rafael Jaén Rodríguez

    03.01.1949

    Córdoba

    1
    Juegos Olímpicos Deporte Categoría Prueba
    Resultado
    1968 Ciudad de México (México) Fútbol Masculina Fútbol
    Puesto 5

    Rafael Jaén Rodríguez

    El 3 de enero de 1949 nació en Córdoba uno de los tres pioneros del fútbol olímpico andaluz, Rafa Jaén, quien aprendió los primeros secretos del oficio de futbolista de manera informal y autodidacta en dos escenarios muy concretos. Por un lado, la plaza de su barrio, La Corredera, donde correteó por los soportales y detrás del balón en partidos con los niños del vecindario o con los de otras barriadas cercanas. Por otro, el patio de su colegio, el Salesianos, donde llegaba todas las mañanas más temprano de lo habitual para, antes de entrar en el aula, jugar encuentros entre clases, cuya segunda parte solía celebrarse después de comer rápidamente en casa y antes de las clases de la tarde.

    El primer equipo “formal” de nuestro protagonista fue La Corredera, obviamente en su barrio, y el primer entrenador, Manolo, llamado cariñosamente el Feo, de quien aprendió las técnicas básicas del fútbol, las habilidades para la competición y, fundamentalmente, la motivación y la confianza necesaria para ser futbolista de rendimiento. Este equipo fue, además, su trampolín para pasar al Club Nazaret, de la mano de Pepe Reus, y este, a su vez, para llegar al Córdoba CF con 15 años, por intermediación de los señores Vaca, Gálvez y Fali.

    En el equipo juvenil cordobesista –donde compartió vestuario con Verdugo, Manolín Cuesta, Escalante y Cruz Carrascosa, entre otros– comenzó jugando de extremo izquierdo. Sin embargo, en el tercer y último año en dicha categoría, los entrenadores optaron por convertirlo en centrocampista, demarcación en la que Marcel Domingo, por aquel entonces entrenador del primer equipo, observó su talento y habilidades, con tal satisfacción que le hizo debutar de titular con el cuadro sénior en Primera División, el 4 de febrero de 1968. Fue en la 19.ª jornada de liga y ante el Real Betis Balompié en el Estadio Benito Villamarín. El Córdoba perdió por un marcador de 1-0 –gol del bético Antón–, pero ese día permanece imborrable en la memoria de nuestro biografiado.

    En el resto de la campaña 1967-1968, el cordobés jugó otros cuatro partidos ligueros, dos de la Copa del Generalísimo y dos de promoción –el Córdoba mantuvo la categoría–, siempre de titular, con actuaciones que merecieron la convocatoria del seleccionador nacional José Emilio Santamaría Iglesias para los Juegos Olímpicos de México 1968, junto a Andrés Mendieta, Fernando Ortuño, Gerardo Ortega, Gregorio Benito, Isidro Sala, Javier Ciáurriz, José Barrios, José Garzón, José Grande, José María Igartua, Juan Asensi, Juan Fernández, Miguel Ochoa, Pedro Mora, Ramón Alfonseda y otros dos andaluces, Espíldora y Crispi.

    El torneo olímpico contó con 16 selecciones, de las que resultó vencedora Hungría. España disputó el primer partido el 14 de octubre ante Brasil, con victoria (1-0). Luego ganó a Nigeria (3-0) y empató con Japón (0-0), lo que le otorgó la primera posición del grupo B y el pase a cuartos de final. Definitivamente, el día 20 perdió ante los anfitriones, los mejicanos, por 2-0, en el Estadio Azteca de Ciudad de México, y quedó apeada de la competición en la 5.ª posición –igualada a todos los perdedores de cuartos. El andaluz jugó los tres encuentros principales y solo descansó ante los nipones.

    Al regreso de América, el olímpico andaluz, que ya había inaugurado en septiembre la temporada 1968-1969 de Primera División como titular indiscutible del Córdoba, se reincorporó al equipo de su tierra y firmó el año de su consolidación en la máxima categoría del fútbol español –jugó 25 partidos como titular–, aunque con la tristeza derivada del descenso del equipo a la Segunda División, categoría en la que militó durante la campaña 1969-1970.

    Paralelamente, tanto en un ejercicio como en otro, el centrocampista siguió contando en los planes de los equipos nacionales, siendo llamado por el técnico Ladislao Kubala para las selecciones sub-21, sub-23 y dos veces para la absoluta. Primero, para un amistoso contra Italia el 21 de febrero de 1970 en el Santiago Bernabéu de Madrid –no llegó a saltar al campo– y, más tarde, otro amistoso contra el Hannover 96, de Alemania Federal, que sí disputó.

    La temporada 1970-1971 supuso el comienzo de una nueva etapa profesional para Rafael Jaén. El Granada CF, equipo de Primera División, había abonado al Córdoba la cantidad correspondiente al traspaso del centrocampista –4 millones de pesetas– y este completó cuatro campañas –hasta la 1973-1974 inclusive– en el conjunto de Los Cármenes, siempre en Primera División, reseñando que tuvo que postergar el debut hasta la vigesimoprimera jornada de liga debido a la rotura de ligamentos cruzado y lateral que sufrió en la pretemporada. Una grave lesión de la que se recuperó gracias a la intervención del doctor Cabot y los cuidados en la recuperación de Ángel Mur.

    Ya a pleno rendimiento y a las órdenes de Joseíto, primero, y Pasieguito, después, su juego contundente, severo y eficaz en el centro de la defensa contribuyó a la mejor época del Granada, un equipo con fama de duro que alcanzó su mejor prestación histórica con Jaén en sus filas al clasificarse en 6.ª posición en las ligas de 1972 y 1974, significando que terminó la primera de ellas invicto en casa.

    Entre los recuerdos del andaluz de esta etapa cabe destacar que tuvo el honor de ser el primer defensor de la liga española en marcar a Johann Cruyff en su debut con el FC Barcelona, el 28 de octubre de 1973 en el Nou Camp, durante la 8.ª jornada de liga. Los culés derrotaron por 4-0 al Granada y el holandés marcó dos goles, a pesar de la seria aplicación de Jaén en su cobertura. El andaluz, quien reconoció que fue imposible pararle, recuerda que le dijo “Me voy a cag…”, a lo que Cruyff le respondió hacía señas y chapurreando “Tú, loco”.

    En la campaña 1974-1975, Jaén fue traspasado al Sevilla FC, presidido por Eugenio Montes Cabeza, dirigido por el argentino Roque Olsen e inscrito en Segunda División. La llegada de un brillante Jaén –jugó los 32 partidos ligueros de titular y marcó 10 goles– unida al juego de Paco, Sanjosé, Hita, Juanito, Blanco, Rubio, Lora, Espárrago o Biri Biri, entre otros, posibilitó el ascenso del equipo sevillista al final del campeonato y el comienzo para nuestro biografiado de una nueva etapa de cuatros años en Primera División, de la temporada 1975-1976 a la 1978-1979, con un alto rendimiento en defensa e incluso de cara a la portería, tal fue su identificación con el juego y la idiosincrasia del club de Nervión.

    Tal nivel de juego le supuso nuevas convocatorias para el equipo nacional, concretamente para la fase de clasificación de la Eurocopa de 1976 –sin llegar a vestirse de corto- y para jugar con una atípica selección olímpica –repleta de jugadores profesionales y en plena madurez, como el propio Jaén, que contaba entonces ya con 26 años– dos partidos de la fase de clasificación para los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 ante Bulgaria, el 8 de octubre en el Estadio Rico Pérez de Alicante y el 12 de noviembre en el Levski Stadion de Sofía.

    Terminado el contrato con el Sevilla, en 1979 firmó dos años con la UD Levante, si bien únicamente llegó a jugar el primero de ellos –campaña 1979-1980–, a las órdenes de Pachín y en Segunda División. A la conclusión de esa temporada, a los 31 años de edad, se retiró del fútbol profesional con la satisfacción de haber hecho lo que le gustaba y de haber tenido el privilegio de ejercer una profesión maravillosa, en la que, como él afirma, «juegas, te diviertes y te pagan bien», además de haber viajado y conocido a muchas personas.

    Tras esta decisión, regresó a su Córdoba natal –donde sigue residiendo actualmente junto a su mujer y tres hijas– para dedicarse a sus negocios de joyerías y a la hostelería –abrió un bar en el centro de la ciudad, La Tribuna– y convertirse en un cordobés ilustre y respetado que ha seguido vinculado al fútbol, pues en los años siguientes a la retirada jugó en equipos aficionados locales, formó parte de la Asociación de Futbolistas Veteranos del Córdoba CF y tuvo una amarga y efímera experiencia como director deportivo del Córdoba CF en la campaña 2001-2002, en Segunda División B, época en la que el club perteneció al empresario Rafael Gómez y que llegó a contar con cuatro entrenadores distintos en cinco meses. Jaén abandonó aquel caótico escenario en enero de 2002.

    Biografía cerrada a 31 de marzo de 2018 y extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y Jose Manuel Rodríguez Huertas

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